Lluvia

No aguantaba más y esta mañana me he llovido. Y al fin he empezado a oler a pensamiento mojado -que es casi mejor que el olor a hierba- y cuando se me ha inundado la cabeza por completo los pensamientos han empezado a fluir en torrentes de agua de mi cabeza al suelo. Y yo pensaba -si es que uno puede pensar con la cabeza llena de lluvia- «adiós pensamiento mojado, ojalá llegues al mar». 

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