Assilah. Mayo 2016.
Siempre que puedas coge un tren.
En este viaje nosotrxs cogimos el tren que conecta Tánger con Assilah y que tarda dos horas y media en hacer los escasos 50 km que separan las dos poblaciones. Estoy convencida de que un ciclista aficionado nos adelantó y nos lo volvimos a cruzar a su vuelta… Pero los trenes tienen algo mágico: te mecen como en otra realidad física donde el tiempo se vuelve denso y la realidad a través de las ventanas se representa onírica, irreal e impostada, como si por donde pasaras fueran representando una pantomima. Dos vacas famélicas pastan, tres señoras charlan, un señor camina solo, un burro da una coz al aire, el atlántico vacio -eso parece desde el tren-… Y de nuevo: las vacas, las señoras, el señor, el burro, el mar…como en un zoótropo que no para de dar vueltas, el paisaje parece repetirse y repetirse durante las dos horas y media (46 km) que separan Tánger de Assilah.
Así que siempre que puedas coge el tren.
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